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una morena tatuada que estaba robando y un hombre negro que la castigó con su verga. ¡Vaya combinación explosiva! El hombre la atrapó robando y, en lugar de llamar a la policía, decidió que él sería el que la castigaría. Y vaya si lo hizo. La puso en posición de perrito y le dio una paliza en el culo que la dejó gritando de dolor. Pero eso no era suficiente para él. Quería que ella supiera quién mandaba allí, así que se sacó su enorme polla y se la metió en la boca. Ella trató de resistirse, pero él la agarró del pelo y la forzó a chupar su miembro.